Estéticos, cómodos y de fácil uso, después de acostumbrarse, los lentes de contacto sirven para todo tipo de problema con la vista. Pacientes con defectos comunes, como miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicie, o deformaciones corneales, como el queratocono, pueden usar lentes de contacto.

María Magdalena explica que en la actualidad existen lentes semirrígidos y blandos, que se indican de acuerdo al tipo de problema refractivo; y de duración anual o mensual. “Para conseguir un lente personalizado, que se ajuste a cada paciente, realizamos una serie de mediciones en máquinas de tecnología avanzada. Contamos con un Queratómetro, que mide el radio de curvatura de la córnea más cercano al centro; una Lámpara de Hendidura, que analiza la estructura de la córnea donde va posado el lente; y un Topógrafo Corneal, que arroja un plano corneal completo”. Con todas estas mediciones, más la receta del oftalmólogo, se mandan a hacer los lentes precisos para cada persona.